En el columbario escarbado
con las manos, un hombre señala
donde las palomas anidarían, los huevos
serían cuidados por los monjes, y la cueva cerrada
con llave en el ocaso, bajo la custodia
de asesinos a sueldo de arma blanca.
La bandada era carne en la sequía;
nitrato de potasio; yemas necesarias para adherir
retratos a los muros, para levantar un cielo
dorado con violetas y mirra.
Esta noche, mi madre se pinta las uñas
dorado con violetas y mirra.
Esta noche, mi madre se pinta las uñas
de negro –un tono que llama “Materia oscura”-.
Numera lo que queda de sus células,
nos habla de la quemazón dentro
de sus rodillas, ríe una promesa de lucha.
nos habla de la quemazón dentro
de sus rodillas, ríe una promesa de lucha.
R. A. Villanueva
Traducción: María Solís Munuera