viernes, 6 de enero de 2012

Niños en una playa

La mer aux spasmes de méduse (...)
La mar, con sus espasmos de medusa (…)
Saint-John Perse
La tierra se aburría, asexuada
por la esterilidad de los rastrillos verdes, de la pala y el cubo,
por la enfermedad del enanismo en unas manos
y una madre que las mantiene torpes con plástico y color.

Llegó la colonización de las medusas.
Contra ellas
navegan barcas rojas con las cruces,
desembarcan el cabezudo y el gigante.
Para un suficiente número de presas
no les bastan las redes, los cazamariposas,
necesitan
el volumen vacío del juguete.

Así el cubo, la pala y los rastrillos verdes
son hundidos
y emergen con veneno, la descarga, la baba,
la belleza.
Y los niños crecidos del invierno
aplauden
e imaginan la zambullida del marino
en el agua que hierve de urticaria
y a su vez desean sumergirse, buscar
al animal mortífero, ingenuo, transparente.

Y las madres verdosas lo prohíben.
Pero el mar son espasmos de medusa.


Mortífero, ingenuo y transparente, 2014

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Animo con el blog que parece que empieza con buen pie ;)

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  2. Qué bien, qué bien: el primer comentario que recibo. Muchas gracias por tus ánimos, Xdacal.

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